Compartir en facebook

El presidente Donald Trump canceló el viaje oficial que tenía previsto realizar a Dinamarca en septiembre vía Twitter, después de que su primera ministra asegurara que Groenlandia no estaba a la venta.

Muchos pensaron que se trataba de una broma del mandatario estadounidense pero esta acción podría acabar convirtiéndose en un problema diplomático entre Estados Unidos y Dinamarca.

La ministra danesa , describió la idea como "absurda"  y confiaba en que Trump no hablara en serio luego de que el presidente comentara públicamente de que su país estaba interesado en comprar este territorio danés autónomo.

"Dinamarca es un país muy especial con gente increíble, pero según los comentarios de la primera ministra Mette Frederiksen de que no tendría interés en discutir la compra de Groenlandia, pospondré nuestra reunión programada en dos semanas para otro momento", tuiteó Trump.

"La primera ministra fue capaz de ahorrarnos una gran cantidad de gastos y esfuerzos tanto para Estados Unidos como para Dinamarca al ser tan directa. ¡Se lo agradezco y espero reprogramar (el encuentro) en algún momento en el futuro!", añadió.

Un portavoz de la Casa Blanca confirmó que la visita oficial del presidente había sido cancelada.

Este miércoles, Frederiksen dijo que estaba "molesta" por la decisión de Trump.

"Los preparativos estaban avanzados", dijo y reiteró que Groenlandia no está en venta.

Trump respondió a su vez diciendo que la negativa de Frederiksen a negociar era "desagradable".

"No fue una manera agradable de hacerlo. Que no diga que es una idea absurda. Podría haber dicho que no, preferimos que no", dijo Trump. "No está hablando conmigo, está hablando con los Estados Unidos de América", se quejó.

Pero la idea de Trump fue inmediatamente rechazada por funcionarios groenlandeses y daneses. "Groenlandia no está a la venta, pero Groenlandia está abierta al comercio y la cooperación con otros países, incluido Estados Unidos", dijo el primer ministro del territorio, Kim Kielsen.

Soren Espersen, portavoz de Asuntos Exteriores del Partido Popular Danés (tercera fuerza parlamentaria del país), dijo a la emisora nacional DR: "Si realmente está contemplando esto, entonces esta es la prueba final de que se ha vuelto loco".